lunes, 23 de febrero de 2015

¿Quién te crees?



"La generosidad es el único egoísmo legítimo
Mario Benedetti. 


Resulta increíble como a veces nos dejamos llevar por la ola del egoísmo, esa que nos arrastra irremediablemente y sin apenas darnos cuenta, convirtiéndonos en algo totalmente distinto y dispar a lo que de verdad somos. 

Egoísmo. 

Vamos, deja de leer para tus adentros y pronúncialo en voz alta. ¡Sin miedo! Sílaba a sílaba. E-GO-ÍS-MO. ¡Qué mal suena! ¿No crees? La propia sonoridad de la palabra anuncia ya mucho antes el significado funesto del término. 

La RAE lo define como el inmoderado y excesivo amor a nosotros mismos, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás.  
Y yo pienso: ¿Amor a nosotros mismos? Por supuesto que es obligatorio tener amor propio, es algo que debemos cosechar cada día, momento a momento. El problema se desencadena cuando ese amor choca inesperadamente con el de otros, produciendo desenlaces fatales. Pero, ¿Qué es lo que nos lleva a comportarnos así? ¿Miedo a perder el control? ¿Inseguridad? ¿Debilidad? 

A veces, nos creemos con el derecho a mentir, manipular, ocultar información, engañar, jugar con los sentimientos de los otros, o ponernos a nosotros mismos delante de cualquier otra cosa, sin pensar en nada ni en nadie más. Dime, ¿Quién te crees? ¿Quién te crees que eres para comportarte así? Todos, queramos o no, seamos conscientes o no, lo hemos hecho alguna vez. Esto es algo innegable. Aunque eso sí, unos más que otros...

Por eso, tienes que tener cuidado. Cuida lo que tienes, porque no estará ahí para siempre.
Sé honesto con la gente que te quiere, con la que está ahí día a día de manera incondicional. 
Respeta. Tolera. Ninguna opinión es lo suficientemente importante como para romper una amistad, como para separar a dos personas... 
No juzgues sin motivo.  No te dejes llevar por las primeras impresiones, ni por la apariencia. ¿Quién te iba a decir que aquellos que una vez pasaron desapercibidos se convertirían en lo mejor de tu vida? ¿ O que aquella chica con la que jamás hubieses pensado tener cosas en común se convertiría en tu amiga del alma? ¿O que él llegaría a convertirse en uno de los pilares más importantes de tu mundo? Hay tantas preguntas sin respuesta... 
Pero sobre todo, ponte en su lugar. Sí, en el de él, en el de ella, en el de ellos, en el mío..., y trátalos, trátanos como a ti te gustaría que te tratasen. 
Intenta comprenderlos, se capaz de introducirte por una milésima de segundo en su papel, en su cuerpo, en sus vidas, en sus situaciones, en su mente... Y olvídate durante otra milésima de ti mismo. No es tan difícil, ¿a qué no? 

Por eso, recuerda estas cosas. Sí, cosas obvias, de sentido común, parte de la teoría que todos deberíamos aplicar para vivir un poquito mejor. Sin embargo, muchas veces se olvidan. Las dejamos a un lado, nos hacemos los remolones haciendo como no las vemos o son ellas las que se esconden en las esquinas más profundas de nuestro ser. 

Y por favor, escúchame.  Te ruego que las dejes salir, que permitas que afloren a la superficie, y que te des cuenta de que sólo así, podrás acercarte un poquito más a eso que llaman felicidad. Como diría el pensador y político José Martí: "Ser bueno es la única forma de ser feliz..., ser culto la única de ser libre"