viernes, 11 de abril de 2014

Mis "cuatro mosqueteras".



¿Cuánto valen tus amigos? Los míos, no tienen precio, son cómo esas obras maestras de Velázquez, Picasso, o Goya, cuyo valor es tan inalcanzable, infinito e inabarcable que deja de existir. 

Tengo la suerte de poder conocernos a cada uno de ellos a la perfección, de poder descifrar cada uno de sus gestos o miradas y traducirlos a palabras instantáneamente. Son como hermanos, yo diría incluso que más que eso. Con ellos he compartido las noches más brillantes, pero también las más oscuras, los momentos más surrealistas, y también los más reales, el calor y el frío, la felicidad y la tristeza... Todos forman parte de un pedacito de mi, o han dejado huella de alguna manera. Otros permanecerán aquí para siempre.  Yo soy así, se me pegan demasiado rápido sus expresiones, sus chorradas, sus gestos, hasta el tono de sus voces. Es más, creo que haría una imitación perfecta de cada uno de ellos. 

Y sobre todo a vosotras, a mis "cuatro" mosqueteras. Esas que me conocen mejor que nadie, y con las que he vivido las mayores aventuras de mi vida, con las que he crecido como persona, y las que me han levantado cuando me he dado el golpe.  Esas amigas multifuncionales que son hermanas, madres, psicólogas, payasitas y las más tormentos de todas. Siempre hemos conseguido todo lo que nos hemos propuesto, y va a seguir siendo así. Nunca me faltéis.
S, H, R, M.