sábado, 19 de abril de 2014

Aquellas pequeñas cosas...


                             

 "Son aquellas pequeñas cosas, 
que nos dejó un tiempo de rosas, 
en un rincón
en un papel
o en cajón". 

Aquellas pequeñas cosas (Serrat) 

Para mí, la felicidad son momentos. 
Detalles que ayudan a curvar nuestras comisuras ligera y tímidamente hacia arriba. 

Es buscar el lado fresquito de la almohada en mitad de la noche, ir por la calle escuchando música como si estuvieses en un videoclip, ver una peli en el sofá tapada con la manta mientras ves la lluvia caer, correr descalza por la hierba antes de tirarte a la piscina, perder el miedo a lo desconocido, no pensar en nada, quitarte los tacones al llegar a casa de madrugada, tocar la guitarra en medio de un parque,  levantarte un sábado y darte cuenta de todo el larguísimo finde que te queda por delante, llorar de alegría, hacer rabiar a tus mejores amigos, ponerte a bailar en el momento menos apropiado, hacerse el "ninja" escapando del instituto cuando te saltas una clase, andar sin rumbo, sacar la cabeza por la ventanilla del coche y sentir la brisa en la cara, encontrarte con ese amigo que hace una eternidad que no veías, dibujar con el dedo sobre un cristal empañado, saltar encima de la cama, reírte hasta que duela el pecho... 

Un susurro en el que te desvelan un secreto, los planes improvisados, las sorpresas, el arco iris, una noche de chicas, una mirada de complicidad, la risa tonta,  las mariposas en el estómago, la boca abierta mientras te pintas el ojo,  los olores que transportan a lugares, un mensaje inesperado, los ositos de gominola... 
LAS PEQUEÑAS COSAS.