viernes, 4 de noviembre de 2016

No sois de fiar







"Depende, ¿de qué depende? 
De según cómo se mire todo depende" 

Jarabe de Palo 




El otro día, refiriéndose a los periodistas, un amigo me dijo: "Que sepas Eva, que a mi no me gustan los juntaletras. No sois de fiar". Sonrió, y se quedó tan pancho. Imaginad mi cara. Fue entonces cuando intentó arreglarlo, alegando que el periodismo no es objetivo, y que por eso, no podía creer en él.  

A pesar de mi cara de póker en el primer momento, tengo que reconocer que tiene razón.

El periodismo no es objetivo

Porque la objetividad no existe. Y ésta no puede ser la palabra que lo defina. A veces, nos olvidamos de que nadie (ni siquiera tú) puede ser cien por cien objetivo en absolutamente ningún aspecto de su vida. Cada uno de nosotros vemos el mundo a través de nuestro propio filtro,  marcado por nuestras vivencias, pensamientos, experiencias, educación, valores...  ¿O acaso son un juez, un médico, un empresario o un político totalmente objetivos a la hora de tomar decisiones de cualquier índole?  Ellos, también se deben a la sociedad. Al igual que los periodistas. 

El periodista elige una parte de la realidad y nos la da a conocer. Elige aquello que considera relevante y nos lo transmite de la mejor forma posible. Y es en esta fase, dónde el periodismo deja de ser objetivo: cuando elegimos contar una información en lugar de otra. Pero eso no quiere decir que el periodismo no sea fiable.  Porque si se cuestiona el periodismo, se cuestiona un alto porcentaje de todo aquello que conocemos en nuestra vida. Y es que, ¿qué porcentaje de cosas conocemos a través de  los medios de comunicación? Piénsalo. 

Por eso, no creo que sea justo juzgar el periodismo bajo el supuesto de la objetividad.  Lo que el periodismo tiene que ser es honrado y honesto. Con eso es suficiente. Y ofrecer siempre el enfoque con el que se maneja la información. 

Entiende el enfoque, y te fiarás.